jueves, 14 de enero de 2016

ES LO QUE HAY

Hay que ver que “¿preocupados/indignados?” estamos los ciudadanos por ese bebé que ha entrado en el Parlamento, por los músicos a las puertas, el pelaje de algunos diputados, o porque hayan llegado otros en bicicleta.

Y qué poco nos importa (o parece importarnos) que en ese mismo Parlamento haya imputados por corrupción y otros que, sin estarlo, nos han demostrado en más de una ocasión que son poco de fiar y no tienen los bolsillos de cristal, precisamente.

Y no parece preocuparnos/indignarnos que una abogada del estado y un fiscal, para defender a la hermana del Rey, tire piedras contra la caja común, que es la Hacienda Pública, con la que deberíamos contribuir todos los ciudadanos, con el fin de pagar los servicios e, incluso, las nóminas de dicha abogada del estado y del fiscal que parecen reírse en nuestra cara.

Nos preocupan e indignan las capas de un desfile, los llantos de bebés, los trajes sin corbata, los pelos con rastas, las bicicletas y los músicos…, y parece que nos da igual que nos mientan descaradamente, que nos roben el futuro de nuestros hijos, o que nos condenen a la pobreza y la ignorancia.

Nuestra sociedad deambula perdida en la confusión que nos transmite la propaganda de los grandes partidos y los medios que controlan, y que nos convence cada día, a base de campañas bien orquestadas, de las cosas por las qué debemos preocuparnos/indignarnos, y qué debemos comprar o votar en el futuro.

Y nos puede pasar lo que a aquel que, caminando por un bosque, se entretenía maldiciendo el canto de los pájaros y acabó siendo devorado por las fieras.

Es lo que hay. © JOSÉ GARCÍA