Recuerda la presidenta del FMI, lo que ya dijo en agosto de 2013, para que todo el mundo sepa que no se ha olvidado de recomendar (pedir) que se bajen los sueldos en España, donde el salario mínimo es de 645 euros al mes y la mayoría de trabajadores no lleva a casa ni 30 euros al día, que seguro es lo que la señora gasta en papel higiénico. Porque esta bronceada de pelo blanquecino, llegó al FMI, que pagamos los ciudadanos del mundo, subiéndose el sueldo un 11%, y gana alrededor de mil euros diarios, como la mayoría de los que se apuntan a sus tesis económicas, que dibujan un mundo de pobres y ricos, en el que, según La ONG Intermón Oxfam, “casi la mitad de la riqueza mundial está en manos de sólo el 1% de la población y la mitad más pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo”.
Y esta señora
y quienes comparten sus recetas, piden que en España, en donde los 20 más
ricos poseen más que lo que ingresan el 20% de los más pobres del país, unos
77.000 millones de euros, se reduzcan los salarios de los trabajadores, no las
ganancias de esos 20 ricos, no; ni los beneficios de los empresarios que hunden
sus empresas y se llevan el dinero a paraísos fiscales, no; ni los de los banqueros a los que todos los españoles hemos regalado
unos 40.0000 millones de euros, no; ni los de los políticos que nos recortan
los derechos y las prestaciones mientras cobran sobresueldos y nos piden
esfuerzo y sacrificio, no. La señora presidenta del FMI pide que se recorte el
sueldo de quienes apenas ganan 30 euros al día para mantener a su familia…
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