miércoles, 28 de enero de 2015

PROPAGANDA

Una de las máximas de la publicidad es “que primero se crea la necesidad y después el producto”. Pues algo parecido está ocurriendo ahora con el famoso palo para hacer un autorretrato (o selfie), no existía el producto, pero lo han inventado a base de crear la necesidad y se están forrando.
     Y de eso viven, no sólo los publicistas y los empresarios avispados, sino los políticos: de la propaganda, que nos convence de lo que debemos comprar o votar, a base de campañas bien orquestadas.
    Hemos vivido en una época en la que, por muchos palos que nos dieran o vendieran, los ciudadanos continuábamos por la senda del consumismo y de la creencia ciega en la propaganda de quienes nos gobernaban y nos hacían creer que nos apaleaban por nuestro bien.
       Y estamos llegando a una fase en la que nos cuestionamos  que siempre pierdan los mismos, que los palos siempre los reciban los de abajo, que no haya dinero para la salud, la educación y el bienestar de los ciudadanos, pero sí para la banca, las grandes empresas y los corruptos.
      El hartazgo empieza a ser tan grande, que no les va a servir la propaganda: no nos van a poder vender más palos, entre otras cosas porque la mayoría se ha quedado sin dinero suficiente para lo imprescindible.
      Y no podrán apalearnos “por nuestro bien”, porque nos estamos quedando sin piel…, y sin ganas de seguir siendo corderos.

© JOSÉ GARCÍA

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